Por Yeidy Agneris Vega Alicea / yvega@elorientalpr.net
(9 de mayo de 2019)- “Hace falta sensibilización a la sociedad, pero también hacen falta políticas sociales que vayan dirigidas al problema que tenemos con el sistema y la burocracia. Si empezamos con la sensibilización podemos comenzar a trabajar con las personas y la ciudadanía, para que entiendan que ellos tienen necesidades”.
De esa manera, el coordinador del Proyecto de Servicios Integrados a Deambulantes (SID) del municipio de Humacao y la Universidad de Puerto Rico (UPR) en ese pueblo, Héctor Santiago Montañez, replanteó que la deambulancia es un estado de vida de múltiples causas y que no siempre, contrario a los prejuicios, está asociado a un problema de adicción a drogas u otras sustancias.
En el casco urbano humacaeño, principalmente en zonas comerciales, es posible que los conductores se encuentren al menos con un ciudadano por semáforo. En otros tramos, como en la carretera PR-3, cerca del Coliseo Humacao Arena, en ocasiones ha permanecido al menos una persona por cada una de las luces simultáneamente.
Sin embargo, según precisó Santiago Montañez, muchos de los individuos que deambulan o que piden dinero no son necesariamente de ese pueblo e incluso, algunos han llegado de ciudades tan distantes como Naranjito o Ponce.
Para que lleguen a Humacao hay dos posibles razones: una que apunta a que en ese municipio el recogido en las luces al parecer le deja buenos “ingresos” a los que piden. Tanto así, que según comentaron a este medio fuentes policiacas y sociales, especialmente los usuarios de drogas, hacen turnos o “schedules” de trabajo por cada semáforo. En algunas instancias “se han hecho hasta $500 en un ratito”.
La otra razón, es que, entre oficinas municipales como la Oficina de Ayuda al Ciudadano, esfuerzos comunitarios y otras entidades como el SID, ese ayuntamiento es uno de los que más servicios ofrece a esa comunidad.
Según los resultados más recientes del Conteo de Personas sin Hogar (2017) de la Coalición de Coaliciones, en Humacao, para ese año fueron contabilizadas 74 personas sin hogar. Actualmente, según los números del SID la cifra debe ascender a los 101 casos.
De igual manera, ese estudio identificó un total de 3,501 casos a nivel Isla. Sin embargo, para Santiago Montañez ese dato debe haber incrementado significativamente, especialmente tras el paso del huracán María.
“La deambulancia es una situación multifactorial. Puede ser por salud mental, adicción a sustancias, pérdidas de empleo, violencia doméstica. El huracán María fue uno de los factores que hicieron que muchas personas perdieran sus viviendas”, comentó.
Por su parte, la directora de la Oficina de Ayuda al Ciudadano del Municipio, Olga T. Alverio Marzant, explicó que ese municipio cuenta con al menos dos programas para atender a la población de personas sin hogar, así sea por adicción o cualquier otro factor social o económico.
“Muchos de estos deambulantes tienen casa, tienen donde dormir, lo que pasa es que recogen dinero de las luces”, comentó Alverio Marzant.
No obstante, ofreció detalles sobre los esfuerzos que coordina la oficina que dirige, algunos de ellos con el Departamento de la Familia (DF) y otros respaldados por fondos federales.
“Tenemos dos propuestas, una dirigida a la prevención y otra al deambulante que ya está en la calle. Una es específicamente para el deambulante crónico, para el que está en la calle. Ahora, esa propuesta tiene que estar atada con una enfermedad, con adicción (en tratamiento). Si encontramos que la persona no está en tratamiento tenemos que comenzar con un manejo de caso rápido”, explicó Alverio Marzant.
El propósito, según abundó, es lograr la ubicación de la persona indigente. A raíz de esas iniciativas, indicó, la oficina ha iniciado alianzas con entidades como la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (Assmca), Cossma, entre otras.
Tanto Alverio Marzant como Santiago Montañez, coincidieron en que muchas instancias las personas sin hogar o con probabilidad de convertirse en deambulantes rechazan las ayudas.
“Les digo (a los compañeros), vamos de nuevo y tratamos de hablar con las personas. A veces funciona y a veces no. Al igual que personas que tienen sus casas, pero viven en condiciones infrahumanas y no quieren ayuda”, comentó la directora.
Santiago Montañez fue enfático al destacar que no todos los deambulantes son adictos y que en muchas ocasiones los ciudadanos que piden “limosna” han pasado por vivencias traumáticas o tienen problemas de salud mental, incluso profesionales y estudiantes pueden ser personas sin hogar.
Específicamente, el SID ofrece múltiples servicios inmediatos a personas sin hogar. Entre ellos, diariamente suministran una merienda a los participantes que acuden al centro. Además, ofrecen otras ayudas como el manejo de casos a través de trabajadores sociales, al vincular a los participantes con albergues de emergencia y otros programas de vivienda, al coordinar participación en programas para superar adicciones, coordinar servicios de salud mental y física, y evaluar las necesidades académicas y de empleo de sus participantes.
Ponencia para desarrollar un albergue
El 1 de marzo de 2016, el SID presentó en Asamblea Ordinaria una ponencia ante la Legislatura Municipal de Humacao para construir un albergue de emergencias. Según Santiago Montañez, la propuesta fue bien vista, pero no han recibido respuesta.
Entre otros recursos, el SID propuso que el albergue tenga capacidad para 30 camas, con tres salones: uno para mujeres, otro para hombres y otros para familias. El lugar contaría con baño y ducha para los participantes y pudiera estar abierto en las noches para atender la necesidad de dormir en un lugar seguro. De igual manera, contempla ofrecer al menos dos comidas al día.
