Uniformado culpabe de ocultar confesión sobre asesinato de policía municipal en Juncos

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Oficial Andrés Laza Caballero, fallecido en hechos ocurridos en marzo de 2018 en una barbería en el pueblo de Juncos. (Archivo / Foto Facebook Municipio de Juncos)


(11 de marzo de 2019)- 
El agente Julio Mundo Feliciano, quien ha pertenecido a divisiones de la Policía de Puerto Rico en las áreas policiacas de Humacao y Caguas, fue encontrado culpable por la jueza María Trigo Ferraiuoli, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, por dos cargos de obstrucción a la justicia y un cargo por alternación a la paz.

Así lo informó el sábado el Departamento de Justicia, en información confirmada por la jefa de fiscales del Departamento de Justicia (DJ), Olga Castellón Miranda.

La prueba presentada por el fiscal Obdulio Meléndez Torra durante el juicio, detalló que, Luis Bonilla Viera fue acusado en ausencia el 23 de marzo de 2018 por asesinar con un rifle al policía municipal de Juncos, Andrés Laza Caballero. Según la pesquisa, durante el proceso de diligenciamiento de la orden de arresto e ingreso a prisión, el acusado Bonilla Viera le confesó al agente Mundo Feliciano la forma y manera en que asesinó al policía municipal.

El informe de Justicia indica que, “Mundo Feliciano, actuando en contra de lo que el deber le imponía como miembro de la Policía, decidió ocultar esta información a la agente y a la fiscal que investigaban dicho asesinato”. Esa información, según el comunicado, fue descubierta por la Fiscalía, tres meses después, durante el proceso criminal que se estaba llevando a cabo contra los responsables del asesinato de Laza Caballero.

De igual forma, el parte de prensa también apunta a que el agente Mundo Feliciano, contrario al deber que le impone la ley, se negó a colaborar con la Fiscalía de Caguas y prestar una declaración jurada sobre la información que le había sido revelada por el hoy convicto y que al solicitarle su cooperación en el caso de asesinato que se llevaba contra Bonilla Viera, reaccionó desafiante, negándose a prestar testimonio y hasta llegó a insultar verbalmente a la fiscal a cargo del caso. Posteriormente, Mundo Feliciano admitió haber recibido la referida confesión de parte del asesino y haber ocultado la misma a las autoridades que investigaban el asesinato.

No obstante, a pesar de ocultar la información provista por Bonilla Viera, éste fue encontrado culpable y fue sentenciado el 31 de enero pasado a 224 años y ocho meses de cárcel por el asesinato de Laza Caraballo y herir a otra persona.

A Mundo Feliciano se le impuso una pena de $1,500 por los tres cargos menos graves, según el parte de prensa titulado por Justicia como “Agente de la Policía es encontrado culpable por ocultar confesión de asesino”.

“La vasta mayoría de los agentes del orden público llevan a cabo diariamente funciones complejas para hacer cumplir las leyes y proteger a nuestra comunidad. Desafortunadamente hay situaciones en que esto no es así. El agente del Negociado de la Policía Mundo Feliciano prefirió proteger a un asesino ocultando a las autoridades que investigaban la muerte de un compañero policía, lo que Bonilla Viera le había manifestado el día de su arresto. De esta manera, se apartó de sus deberes como agente del orden público expresó Castellón Miranda en declaraciones escritas.

“De igual forma actuó ilícitamente cuando, al ser cuestionado por sus actuaciones, prefirió asumir una posición defensiva, atacando y ofendiendo a la fiscal a cargo del caso. Ciertamente, para él fue más importante ocultar la confesión que le había hecho el asesino del agente municipal Laza Caraballo que cumplir con su deber como agente del orden público. Su comportamiento al ser cuestionado por una fiscal del Departamento de Justicia demoró y estorbó las labores del Departamento de Justicia para lograr el procesamiento del caso. Su conducta es altamente reprochable y no será tolerada”, añadió la jefa de fiscales.

Los hechos se remontan al 21 de marzo de 2018, cuando dos individuos entraron a la barbería Edwin Blue en el pueblo de Juncos, exhibiendo armas de fuego en la cintura.  El dueño del establecimiento, les llamó la atención y uno de ellos le apuntó con un arma de fuego. El oficial de la Policía Municipal se encontraba en el lugar e intervino con los individuos, incidente que concluyó con una balacera en la que junto a él tambíen murió otro de los sujetos.