Por: Dra. Ivelisse López, psicóloga clínica
Presidenta Centro Psicológico ILO
La salud mental es primordial en la vida del ser humano. A lo largo del tiempo hemos atravesado un sinnúmero de eventos, catástrofes, situaciones y problemáticas que han sido reflejo de un deterioro en la Salud Mental de nuestro país. El escuchar y percibir situaciones tristes, de desastres, preocupaciones entre otros, afecta la manera en cómo el ser humano piensa, percibe lo que está ocurriendo y enfrenta las problemáticas. Existe la probabilidad de que no podamos reconocer que estamos siendo afectados emocionalmente por alguna situación y que estemos actuando de forma automática, sin embargo, nuestro comportamiento es diferente.
La Organización Mundial de la Salud define la Salud Mental como un estado de bienestar mental que permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés, desarrollar sus habilidades, aprender,trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad. Es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos.
Las personas que tienen problemas con el uso de sustancias, alcoholismo, condiciones genéticas, problemas económicos, condiciones de salud crónicas, problemas sociales entre otros, están más propensas a estar presentando alguna condición de salud mental.
Muchas personas deciden no buscar ayuda con un profesional de la salud como son los psicólogos, psiquiatras, consejeros, trabajadores sociales entre otros, debido a los mitos y a las opiniones de nuestros familiares o amigos, siendo esto no adecuado. Tenemos que comenzar a reconocer cuando en ocasiones se presenta una problemática que no sabemos cómo enfrentar, cómo lidiar con ella. Que no deseamos compartir con alguien que nos conozca y ese es el momento de visitar a un profesional de la salud mental.
El ser humano atraviesa momentos difíciles, los cuales pueden requerir la visita a un profesional de la Salud Mental. Algunos de estos pueden ser: el fallecimiento de una persona o mascota, divorcio, separación o ruptura, problemas de infidelidad, embarazo, problemas económicos, enfermedad física, pérdida de empleo, una mudanza, la familia extendida, una nueva relación, un accidente, problemas alimenticios, problemas de comportamiento, entre otros. A su vez se presentan varios indicadores: problemas para conciliar el sueño, problemas alimenticios, pensamientos recurrentes, llanto inesperado/constante, problemas de memoria, debilidad o cansancio, problemas sexuales, espasmos musculares, dolores de pecho, dolores corporales, alta presión, dolores abdominales, falta de aire o sensación de ahogo, entre otros.
Tenemos que preocuparnos por nuestro bienestar emocional. Si estamos emocionalmente estables, todo estará mejor. Podemos reconocer una salud mental óptima, cuando somos capaces de pensar con claridad y somos conscientes de lo que estamos pensando y sintiendo. A su vez tenemos alternativas para lidiar con los estresores, disfrutamos de quienes somos como personas, lo que hacemos, disfrutamos de la compañía de otros y de poder estar a solas con nosotros mismos. Además, disfrutamos de poder ayudar a otros, compartimos la alegría y los éxitos. Seamos capaces de enfrentar nuestros miedos y busquemos ayuda, de esta manera su vida podrá comenzar a transformarse.
