Cineret pide ayuda en la distancia

El ministerio de acción social que alimenta diariamente a personas desventajadas y sin hogar ofrece alternativas para apoyarlos

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Foto por Stephen Álvarez / Desde hace 30 años, la organización ofrece almuerzos diariamente a personas que por alguna razón no tienen donde alimentarse, entre ellos adictos, deambulantes o que viven solos y no tengan forma de preparar sus alimentos.

Debido a la pandemia, el ministerio de acción social CINERET, no podrá celebrar su tradicional actividad, “Un Abrazo a CINERET”. El evento, que se celebra durante el mes de enero desde el 2015, ofrecía la oportunidad de que ciudadanos y organizaciones cívicas y gubernamentales hicieran su aportación tanto de manera económica como en entrega de alimentos y materiales de cocina.

“CINERET es un ministerio que pertenece a la Iglesia Evangélica Unida, congregación San Pablo, de Humacao”, explicó Elda Elis Rosario Velázquez, quien es la administradora desde agosto de 2018. “Llevamos 30 años ofreciendo almuerzo diariamente a personas que por alguna razón no tienen donde alimentarse, entre ellos adictos, deambulantes o que viven solos y no tengan forma de preparar sus alimentos. Actualmente atendemos cerca de 40 participantes diariamente”.

Foto por Stephen Álvarez / Antes de recibir su almuerzo los participantes de CINERET reciben la bendición de los alimentos por parte de Elisama Velázquez, presidenta de la Junta de Directores.

Rosario Velázquez dijo que desde que comenzó la pandemia del Covid-19 hubo que tomar medidas para garantizar la seguridad de los voluntarios, así como de los participantes. “Tuvimos que restringir el personal. Solamente tenemos dos voluntarias por día y los alimentos se entregan solamente para llevar”.

Este servicio comenzó en el 1990 bajo el nombre de “La Sopa Caliente”, en el cual se repartía una sopa, en diferentes comunidades, en la guagua de la iglesia. Años más tarde, CINERET se incorporó como una organización sin fines de lucro y actualmente opera de lunes a sábado de 7:30 a.m. a 11:00 a.m. Los domingos ofrecen desayuno, pero ese servicio no está disponible por el momento, no obstante, espera retomarlo en el mes de febrero próximo.

Necesitan ayuda

Rosario Velázquez expresó que, aunque por el asunto de la pandemia y la Orden Ejecutiva que prohíbe las actividades y la aglomeración de personas, el “abrazo” a CINERET se puede ofrecer a la distancia. Explicó que se puede hacer un donativo económico utilizando la aplicación de ATH móvil.

“En la aplicación, buscan en el área de donar la organización CINERET y ahí pueden realizar un donativo. También me pueden llamar al 787-453-8096 para hacer cualquier otra aportación de manera coordinada”.

Detalló que se necesitan envases para entregar los almuerzos, conocidos como platos chinos sin divisiones, cubiertos ensobrados y cajas de botellas de agua.

Explicó que CINERTET, en el pasado, llegó a recibir cerca de 21 mil dólares anuales en fondos legislativos y que el año pasado recibieron solamente cerca de $3,800. En el caso del municipio de Humacao, éste ha otorgado donativos de $1,000.00 en varias ocasiones.

La administradora también manifestó que hacen falta voluntarios tanto para la cocina como para realizar trabajos de limpieza y reparaciones menores.

Foto por Stephen Álvarez / Diariamente voluntarias preparan los alimentos en CINERET. A la izquierda Loyda Díaz y a la derecha Magda Mendoza.

De igual forma, expresó que se han realizado algunos trabajos de remodelación, tanto en la cocina como en los baños, pero necesitan cambiar las mesas y las sillas del salón comedor que llevan casi 30 años siendo utilizadas por los participantes.

“Si alguien nos quiere donar las mesas y las sillas, bienvenido”.

Agradecidos con el pueblo

Por su parte, la presidenta de la junta de directores de CINERET, Elisama Velázquez Luzunaris, agradeció a todos los que de una manera u otra se comunican constantemente y realizan su aportación. “Hay muchas personas que aportan trayéndonos compra y algunos artículos de primera necesidad, pero en este momento los que nos urge, debido a que tenemos que entregar los almuerzos para llevar, son los platos chinos, los cubiertos en sobres y las botellitas de agua”.

Foto por Stephen Álvarez / Desde la izquierda, Elisama Velázquez Luzunaris, presidenta de la junta de directores; Elda Elis Rosario Velázquez, administradora y Lydia Margarita Martínez, voluntaria fundadora.

Velázquez Luzunaris enfatizó en que si alguien quiere donar alimentos debe comunicarse para coordinar, ya que CINERET recibe alimentos de parte del Departamento de la Familia y no quieren tener un exceso de inventario que se pueda perder. “Todo tiene que ser coordinado porque no tenemos mucho espacio para guardar las donaciones que nos traen”.

Planes para expandir servicios

Uno de los planes del ministerio es expandir sus servicios y ofrecer a los participantes la oportunidad de un lugar donde poder asearse e incluso pasar la noche en un dormitorio seguro. “Originalmente ofrecíamos esos servicios, pero hubo que eliminarlos por seguridad. Para eso tendríamos que comprar una casa y la realidad es que no tenemos los fondos económicos para hacerlo, pero es nuestro sueño”.

Aunque los planes de adquirir una propiedad para convertirla en una especie de refugio parecen complicados, uno de los planes que trabajarán a corto plazo es el llevar los alimentos, tipo “delivery”, a aquellos deambulantes que no llegan hasta las facilidades.

Ha habido casos de rehabilitación

El Oriental dialogó con Lydia Margarita Martínez, quien ha colaborado con CINERET desde su fundación hace 30 años. Explicó que un día le pidieron su ayuda para cubrir a una persona que no llegó y desde entonces se mantuvo en el ministerio. Martínez dijo que a través de la historia de CINERET se han ofrecido múltiples servicios que van más allá de alimentar a los deambulantes.

“Íbamos a los residenciales y bañábamos a los viejitos, los recortábamos y les ayudábamos con la limpieza de sus apartamentos. También le entregábamos ropa que nos donaban”.

La voluntaria dijo que su mayor satisfacción es cuando alguno de los participantes logra su rehabilitación y se convierte en una persona con trabajo y en algunos casos hasta forman una familia. “De aquí han salido personas que se han convertido hasta en comerciantes”, concluyó.

El Oriental pudo observar como a eso de las 10:00 a.m. ya había fila en las afueras de CINERET de participantes para recibir su almuerzo. Luego de una oración de bendición de los alimentos, realizada por la presidenta de la junta, Elisama Velázquez, se procedió a la entrega del mismo.

Foto por Stephen Álvarez / Samuel Casillas Córdova (izquierda) y su madre Rosa M. Córdova participan del programa desde que comenzó la pandemia.

Los primeros en recibir los alimentos fueron Rosa M. Córdova y su hijo, Samuel Casillas Córdova, quienes participan desde que comenzó la pandemia y expresaron que esa comida, “les salva la vida”.