(17 de abril de 2019)- Una trayectoria exitosa en abogacía, pero con diversas condiciones de salud que hoy la obligan a batallar por su vida. Esa es la historia de la humacaeña María Ufret Vincenty, quien en 1986 fue diagnosticada con lupus y, desde entonces, su cuerpo sufre los efectos de esa enfermedad.
Fue en el 1993 que recibió su primer trasplante de riñón y su vida corrió con normalidad para completar sus estudios en derecho y desempeñarse como abogada en el sector de Villa Universitaria en Humacao. Sin embargo, en 2008, su cuerpo rechazó el riñón luego de 15 años en función. En 2010, Ufret Vincenty fue operada, pero, en esta ocasión, para removerle el riñón trasplantado y sus riñones de nacimiento.
Mientras comenzó a depender nuevamente de diálisis para sobrevivir, la joven recibió diagnóstico en 2013 de enfermedad paratiroidea. En ese momento, los niveles de calcio en su sangre disminuyeron tanto, que sus huesos comenzaron a debilitarse hasta el punto de sufrir una fractura en la clavícula y pérdida de hueso en la mandíbula. Además, la mujer de apenas 45 años comenzó a perder sus dientes, lo que causa dificultad al comer y hasta indica que es “imposible sonreír”.
“Yo trabajé hasta el último momento”, expresó la abogada sobre su carrera detenida a destiempo a causa de las condiciones de salud que le imposibilitan trabajar.
Tras un viaje familiar a Massachussets en las Navidades de 2017, Ufret Vincenty enfermó severamente y fue recluida en un hospital de ese estado luego de sufrir una sepsis, múltiples convulsiones y enfermedad hepática de tercer estadio. Esa última se debe a que los medicamentos que tomaba para que su cuerpo no rechazara los trasplantes de riñón eran tóxicos para el hígado.
Hoy, se encuentra sin poder regresar a Puerto Rico por su delicado estado de salud y en espera de un nuevo trasplante de riñón, al tiempo que los doctores mantienen su hígado bajo observación.
“Yo estoy aquí atrapada porque en Puerto Rico no me querían poner en la lista de espera para recibir un trasplante”, alegó Ufret Vincenty en entrevista telefónica, quien solo recibe una recompensa económica por discapacidad y necesita recaudar $60,000 para poder sufragar no solo el tratamiento posterior a la cirugía, sino el costo de vida en Massachussets.
De igual forma, el dinero recolectado servirá para costear unos implantes de dientes, puesto que cada uno sobrepasa los $4,000, según indicó. Aunque las dentaduras son una opción menos costosa, aseguró que con ellas estaría más susceptible a desarrollar infecciones que debe evitar a toda costa.
Si usted desea realizar una aportación económica, puede hacerlo en la cuenta de Go Fund Me bajo el nombre “Maria Ufret” o “Would you give me the gift of life?”. Asimismo, puede enviar su donación por correo a 600 Main Street apt. 1502, Worcester MA 01608 o por ATH Móvil al 787-595-3899.