Por Bárbara Solano Quintana / bsolano@elorientalpr.net
(20 de septiembre de 2018)- Solo les bastó observar y seguir el ejemplo de sus papás para que los niños de la comunidad Río Abajo en Humacao se movilizaran para ayudar en la recuperación de su barrio Pasto Viejo luego del embate del huracán María hace un año por Puerto Rico.
Los hermanos Shaila y Edson De Jesús, de cinco y tres años respectivamente, al igual que Yehoshua Rosa, también de tres, son un ejemplo de la resiliencia que existe, inclusive, en los más pequeños de edad.
Fue a los tres meses del azote de la tormenta cuando los padres de estos chiquillos decidieron involucrarlos en la limpieza de basura, recogido de escombros más livianos, repartición de suministros a envejecientes, y hasta en la revitalización de las paradas de la comunidad con una dosis de distintas pinturas que emulan la energía de un arcoíris.
“Me gusta recoger y ayudar a mis papás”, contó la niña Shaila a El Oriental, quien fue integrante principal en el aseo del parque deportivo Juan de Dios Ortiz Santiago, mejor conocido en la comunidad como el parque de “Río Abajo”.
Además de este trío, se suman otros tres niños de la comunidad al Comité de Río Abajo, que aún permanecen activos en las distintas actividades que organizan los padres.
“Me gusta que desde pequeños tengan ese sentido de responsabilidad por su comunidad y civismo. Fue una experiencia de enseñanza. Buscamos pasar tiempo familiar y de calidad ayudando a la comunidad”, manifestó por su parte Jorge De Jesús, padre de Shaila y Edson, quien preside el Comité.
La madre de este par de hermanos, Sonia Pérez, también relata cómo el bienestar ambiental de su comunidad ha impactado positivamente en la conciencia de sus hijos.
Los orgullosos y satisfechos padres indicaron que aún cuando los niños pasan cerca del parque, preguntan cuándo volverán a recoger y limpiar. Ambos valoran el impacto social que ha aportado este grupo de niños en Río Abajo, a pesar de que son principiantes.
Por su parte, Lucila González, madre del niño Yehoshua y vicepresidenta del Comité Río Abajo, puntualizó la importancia de adentrar a menores de edad en estos procesos de recuperación luego de una catástrofe natural, puesto que les permite disfrutar, a la vez que mantienen sus valores colectivos de recuperación en la comunidad.
“Ese tiempo que estuvimos sin tecnología, él se lo disfrutó tanto. Volvimos a los niños que son trabajadores. Me encantó el tiempo que le dediqué para que él aprendiera lo que es ayudar al prójimo sin necesitar nada a cambio”, expresó orgullosa González sobre la diligente aportación de su retoño en la reparación de la comunidad.