Ante el aumento de casos reportados en Puerto Rico sobre la viruela símica, el gobernador, Pedro R. Pierluisi declaró un Estado de Emergencia para facultar al Departamento de Salud (DS) a que implemente los esfuerzos y medidas necesarias para salvaguardar la salud, bienestar y seguridad pública de la ciudadanía.
Por esta razón, el gobernador firmó ayer la Orden Ejecutiva 2022-044 en la que ordena al Departamento de Hacienda, a la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y a la Autoridad de Asesoría Financiera y Fiscal (AAFAF), que, conforme a las leyes aplicables, hagan las gestiones correspondientes para asignar al DS todos los recursos económicos necesarios para atender esta emergencia incluyendo acceso al Fondo de Emergencias.
Hasta mediados de esta semana, en Puerto Rico se habían reportado 114 casos confirmados, unos 39 casos sospechosos, 36 contactos cercanos y seis personas bajo investigación por parte del DS mientras que 1,675 personas se han vacunado para viruela símica en Puerto Rico. En Estados Unidos, para el 11 de agosto ya se habían reportado 10,768 casos confirmados en 52 jurisdicciones razón por la cual el gobierno federal declaró la viruela símica como una emergencia de salud pública.
“Esta realidad requiere que todos los componentes de la sociedad aúnen esfuerzos en aras de prevenir el contagio y la propagación de la viruela del mono. Asimismo, ante el inminente impacto de esta enfermedad en nuestra Isla, el Gobierno de Puerto Rico se ve en la necesidad de implementar todas aquellas medidas necesarias para prevenir y controlar la diseminación de esta enfermedad y proteger el bienestar de nuestra ciudadanía”, dijo Pierluisi en la Orden Ejecutiva que entrará en vigor inmediatamente y que se extenderá por 30 días.
“Es imprescindible decretar una emergencia con el fin de continuar expandiendo la respuesta que ha implementado el Departamento de Salud para atender el brote internacional de la viruela símica a nivel local. Además, con la declaración de emergencia se podrán garantizar los recursos necesarios para fortalecer la vigilancia, detección, prevención, vacunación y tratamientos correspondientes para así atender la propagación de esta enfermedad con la prontitud y eficiencia que se merece”, añadió el gobernador.
La viruela símica es una infección zoonótica endémica de varios países de África, la cual puede transmitirse de animales a humanos y que también se puede propagar entre personas.
El 7 de mayo pasado, se reportaron los primeros casos de viruela símica fuera de África por lo que el 16 de mayo la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró un Aviso de Salud sobre la Viruela Símica. Cuatro días más tarde el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) emitió a la nación un aviso sobre esta enfermedad y acto seguido el Departamento de Salud local activó su Centro de Operaciones de Emergencia en el nivel 3, según se establece en el Plan Operacional de Emergencias del DS. Posteriormente, Salud emitió un aviso sobre la viruela símica en Puerto Rico y desde entonces comenzó un proceso de adiestramiento y educación a profesionales de la salud sobre este brote internacional.
En junio, Salud publicó la Guía Corta de la Vigilancia Epidemiológica para la Viruela Símica en Puerto Rico que incluyó criterios epidemiológicos y clínicos, investigación de casos, coordinación- toma- manejo y empaque de muestras para el virus y recomendaciones de control y prevención para proveedores de salud en el manejo de muestras. El 23 de julio la OMS declaró el brote internacional como una Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional.
La Orden Ejecutiva fue firmada en virtud de los poderes que le confiere al gobernador la Ley del Departamento de Seguridad Pública en la que le faculta a decretar un Estado de Emergencia en la Isla. También, por la Ley del Departamento de Salud de 1912 que dispone que en caso de que alguna epidemia amenace la salud de los residentes de la Isla, el secretario tomará las medidas que entienda necesarias para combatirla y con la anuencia del gobernador podrá incurrir en los gastos que sean necesarios del gobierno estatal, incluyendo el Fondo de Emergencias.