Efraín Delgado mi verdulero favorito

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Por Félix Báez Neris / Docente Jubilado de la UPR

                                       “Detrás de cada alimento está el campo y el trabajo de su gente”.

En un selecto rinconcito cercano a la cancha de la Escuela Ana Roqué de Humacao, la figura de un humilde verdulero capta la atención. Efraín Delgado coloca debajo del árbol de roble una carpa. Muy próxima está su guagua marca Dodge roja donde transporta su mercancía.  A su alrededor observamos las cajas donde sobresalen una gran variedad de verduras entre ellas; plátanos, yautías, ñames, calabazas malangas y no puede faltar las lechugas y el aguacate maduro.

Efraín nació el 29 de marzo de 1942 en Puerto Rico, en el pueblo de Naguabo, y a la edad de los 3 años se mudó a Humacao. Vivió la terrible tragedia de las inundaciones del 6 de septiembre de 1960.  Su humilde comunidad de la Vega y Marina fue arrastrada por las aguas.  Estudió en las escuelas públicas de Humacao y es egresado de la Ana Roqué. Sobresalió en las matemáticas por eso no necesita una calculadora para las transacciones.

Trabajó en Obras Públicas y en la Autoridad de Carretera. Fue administrador de una estación de gasolina en Daguao. Su primera esposa fue Delia Cintrón con quien procreó 3 hijos y 6 nietos. Luego de su divorció contrajo matrimonio con la Señora Aida L. Ortiz con quien formó una familia con sus hijas Yaritza C. Delgado Ortiz y Sharia L. Delgado Ortiz y 5 nietos (Caritza, Carlos, Jonaira y Efraín).

Levantó su hermosa familia con esfuerzo, trabajo y dedicación. Su visión para los negocios lo llevó a incursionar como vendedor ambulante de productos agrícolas desde el 1992 hasta el presente.

Bueno, la verdad sea dicha es que nuestro amigo Efraín se las arregla todos los días de lunes a sábado para tener surtida su esquinita con productos de buena calidad y a buen precio. Lleva sobre 35 años en esta faena diaria.  Allí lo observo rodeado por personas que llegan a comprar sus viandas y legumbres. Otras personas orillan sus autos, abren las ventanas y hacen sus órdenes. Efraín con su santa calma y gentileza los va atendiendo uno a uno.  Coloca las viandas en la balanza colgante, las coloca en la bolsa, le indica el precio y hace la entrega. Siempre regala una sonrisa de agradecimiento.  Además, cuenta con la decidida ayuda de su esposa Aida L. Ortiz que es la gerente y domina plenamente el mercado.

Debemos aquilatar el nivel de nutrición de las viandas y frutas de temporada. Nos permite alimentarnos de manera variada.  Además, son más económicas. Reflexiono sobre la gran cantidad y variedad de cultivos que existían antes.  Nuestra agricultura fue abandonada y ahora dependemos de la exportación. Lamentablemente le compete al Gobierno y ya sabemos por dónde andan sus prioridades.


Felicitamos a Efraín por ser un verdulero que se ha ganado la confianza del pueblo y se ha convertido en un ícono del trabajador amable, dedicado y responsable.

Patrocine al amigo Efraín y disfrute de sus productos y de su grata amabilidad.