Viernes 10 de marzo, 9:47 a.m., el joven de 27 años, Henry Hernández López residente de Las Piedras se priva de la vida en el interior de un vehículo en el estacionamiento del Centro Comercial de Humacao. Sábado 11, a la 1:53 p.m., toma la misma fatídica decisión en la Urb. Villa Ana de Juncos, Pedro Díaz Pérez de 67 años. Al día siguiente, domingo 12 dos personas más cometen suicidio; Víctor Manuel de 62 años en Río Grande a las 11:06 am y Luis Colón Conde de 51 años, a las 9:50 de la noche en Gurabo, dentro de un vehículo en la Ave. Boulevard frente a la Urb. Ciudad Jardín.
Incidentes que apenas reciben cobertura de la prensa, pero que acontecieron dejando una huella de dolor profunda en los familiares y allegados de estas personas, en este caso todos varones, que en un aparente momento de desesperación tomaron la fatal decisión de la que no hay vuelta atrás.
Ante esta trágica secuela e intentando visibilizar el sufrimiento que pudo llevar a estas personas a cometer tal acto, en un esfuerzo de que otros en situaciones similares de desesperación y descontrol mental no procedan igual, en El Oriental entrevistamos vía telefónica a la directora de la línea PAS, Dra. Monserrate Allende Santos.
Analizando un poco lo que puede pasar por la mente de una persona que atenta contra su vida, la doctora expresó que experimentan un enorme sufrimiento generado por las pérdidas de lo que son sus prioridades, perdidas que a veces se acumulan. “Hay gente lidiando con tantas cosas que las cargan demasiado y entran en una desorganización, donde los pensamientos, los sentimientos y la conducta están desorganizadas y la persona entiende que no hay solución a sus problemas”, explicó.
“No podemos decir que son los pacientes mentales los que se privan de la vida. Son personas que tuvieron perdidas, de algo o de alguien que consideraron prioridad (demasiado importante) en sus vidas y no encuentran como manejarlas. Pueden ser la perdida de la salud, de una persona amada, de un trabajo, de una casa, hasta de una mascota a la que se quiera mucho. O, varias perdidas una tras otra que se acumulan, no son manejadas y los cargan¨, agregó Allende.
Acto seguido exhortó a la persona que se esté sintiendo así y sus cercanos a estar pendientes a las señales de alerta para buscar ayuda inmediatamente. Si usted es un amigo o familiar, motívelo a que hable de lo que siente, sin reprimirle ni subestimar sus sentimientos. “Motívelo a ventilar lo que siente, lo que puede servirle de desahogo¨, expresó. Añadió que también es importante que la persona busque ayuda profesional o se le ayude con esto, y puso a la disposición los servicios de la Línea PAS a la que se accede por los números el 1-800-981-0023 y a través del nuevo número de tres dígitos 9-8-8. “Allí los atenderán profesionales preparados académicamente con maestrías en trabajo social, sicología y consejerías. También doctores en sicología clínica”, aseguró la doctora.
Algunas de las señales que pueden ser indicios de que una persona pudiera estar tocando fondo y/o considerando suicidarse son: Expresarlo directamente o manifestar deseos de no vivir. Comprar armas de fuego, cuchillos o acumular pastillas. Alejarse de todo contacto social. Mostrar cambios severos en el estado de ánimo. Pensar constantemente en la muerte, morir o en la violencia. Sentirse en una depresión profunda o en un estado de desesperación y aumentar el consumo de alcohol y/o drogas. Hacer cosas arriesgadas o autodestructivas. Cambiar la rutina normal incluidos el hábito de comer y dormir. Regalar pertenencias o poner en orden cuestiones personales. Despedirse de los demás como si fuera la última vez que los verá. Cambio de personalidad, como una persona sociable que retire todo contacto o, una persona de buena conducta que actúe con rebeldía.
Los suicidios han ido disminuyendo
Contrario a lo que puede ser la percepción sobre todo cuando observamos el número de suicidios reportados en el fin de semana que provocó este reportaje, la directora de la Línea PAS sostuvo que estos incidentes han ido disminuyendo en la Isla, comparando los 300 que hubo en el 2017, año del Huracán María cuando se registraron 300, hasta el 2021, último año del que tienen las estadísticas completas, cuando fueron 201. Todos los años han ido en descenso según datos del Instituto de Ciencias Forenses, donde se recopilan estos datos.
Sobre la idea de que en PR pudieran estar aumentando los suicidios señaló que no es una realidad sino “una percepción porque después del Huracán María, por ejemplo, se visibilizaron más y en cada evento colectivo desafortunado como han sido los temblores y la pandemia, se les ha prestado más atención a esos casos. Salen más a la luz pública”, opinó.
“Sí hubo un aumento de llamadas de personas con ansiedad e inseguridades (tras los eventos) pero no más suicidios”, sostuvo, agregando que sin embargo no deja de ser preocupante el que una sola persona tome tal decisión fatal.
En Puerto Rico según información que ofreció, en los dos primeros meses de este año se atendieron 43,121 llamadas en la Línea PAS -que opera 24-7- de las cuales 2,521 fueron identificadas como de personas con comportamiento suicida. Este número representa una disminución 1,192 en comparación con este tipo de llamadas recibidas para enero y febrero del pasado año 2022, cuando se recibieron 3,713.
“Por cada persona que muere por suicidio, otras 20 lo intentan. En el mundo cada 40 segundos alguien se priva de la vida y este acto es la 2da. causa de muertes en personas entre los 15 a 29 años a nivel mundial, por lo que es un tema que se debe tomar muy en serio”, expresó la doctora Allende Santos.