“No se puede hacer nada”. Esa es la contestación que múltiples funcionarios del municipio de Humacao le brindan a Esther Rodríguez Alicea, una residente de la barriada Azucenas que lleva más de cuatro años realizando gestiones para que se atienda el abandono de tres propiedades que se ubican detrás de su residencia.
En una visita a su hogar, la mujer de 70 años explicó a El Oriental que en la parte posterior de su propiedad existen cuatro estructuras abandonadas a punto de colapsar, asunto que se agravó con el paso del huracán María. Según nos mostró durante un recorrido por el patio de su casa se puede ver una gran acumulación de escombros, alta vegetación y basura.
“Yo llevo desde la pasada administración llevando mi queja al municipio. He seguido los canales que me indican de oficina en oficina, pero siempre me dicen que no se puede hacer nada”, expresó la mujer visiblemente afectada.
Rodríguez Alicea dijo que algunos de los funcionarios municipales que la han visitado le manifiestan preocupación en el sentido de que pueda aparecer algún heredero dueño de la propiedad y demande al ayuntamiento por intromisión indebida.
“Cada vez se pone peor porque están creciendo más árboles y ya tengo un problema de sabandijas, ratones, cucarachas y hasta un enorme lagarto salió hace poco de ahí”, aseguró al tiempo de señalar que las propiedades llevan abandonadas varias décadas sin que nadie les de algún tipo de mantenimiento.
“Si yo lo pudiera limpiar, yo lo limpio, pero yo sola no puedo. Tampoco puedo invertir de lo poco que recibo del Seguro Social para contratar a alguien que lo limpie y tal vez hasta buscarme un problema si a esa persona le pasa algún accidente mientras hace el trabajo”, argumentó.
Precisamente la mujer reveló que algunos de los funcionarios municipales le han sugerido que contrate empleados para mantener las propiedades en buen estado.
“Ellos vienen y toman fotos, pero siempre me dicen lo mismo, que no se puede hacer nada, pero yo pienso que sí se puede hacer algo”, indicó con tono de frustración.
“Yo lo que quiero es que hagan una limpieza total porque yo sé que eso no tiene herederos. Me levanto todas las mañanas y me pregunto cuándo será el día que yo pueda ver ese lugar limpio”.
Rodríguez Alicea aseguró que toda esta situación le ha causado mucho daño emocional, ansiedad, estrés, insomnio y hasta falta de apetito.
“Ya he agotado todos los recursos y se aproxima nuevamente la temporada de huracanes. Solicito que esta situación pueda ser evaluada y que utilicen todos los recursos y la potestad que tienen como municipio para ayudarme con este problema”, concluyó.