La Ermita Guzmán, estructura registrada desde 1984 en el Registro Nacional de Monumentos Históricos de Puerto Rico en Washington, quedó consagrada el pasado jueves como nuevo centro de adoración de la iglesia católica y relicario del beato puertorriqueño Carlos Manuel Rodríguez. A cargo de esta consagración del monumento que ahora cobra nueva vida, estuvo el S.E.R. Monseñor Luis Francisco Miranda, Obispo de la Diócesis Fajardo-Humacao y, gran parte de la oficialidad del clérigo de esta diócesis.
La estructura que goza de una rica trayectoria histórica atada desde hace más de un siglo a una fuerte convicción religiosa cuenta ahora con una reliquia (fragmentos de huesos) del beato Charlie que antes de ser beatificado tuvo su osamenta en la abadía del Colegio San Antonio Abad. Con su beatificación fue trasladada a la Catedral Dulce Nombre de Jesús en Caguas -de donde es original- y donde aún permanece.
La estructura que colinda con la Casa Alcaldía y que por años estuvo abandonada, se presentó totalmente restaurada en su exterior e interior donde ahora hay una pequeña capilla en la que se levanta un altar con la reliquia y la imagen del beato. La ceremonia dio inicio con una misa y prosiguió con los actos altamente simbólicos para la comunidad católica de; colocación de la reliquia, dedicación del altar, unción del altar, su incensación, su revestimiento e iluminación y la bendición de la figura del beato.
Durante la liturgia el Monseñor realzó la vida y legado de Charlie Rodríguez a cuya beatificación en el Vaticano asistió el 29 de abril del 2001, y a cuya canonización espera también asistir. “Vamos a seguir luchando para lograr la pronta canonización de nuestro beato. Para la beatificación fueron como 300 mil puertorriqueños. Para la canonización estoy seguro de que estaremos allí con 1 millón, levantando nuestras banderas y gritando Viva Carlos Manuel”.
En entrevista con El Oriental, hizo referencia a la parte histórica del monumento indicando que: “Esta ermita es un edificio emblemático en Humacao, del 1860, en la que comenzaba el cementerio. Esto fue una tumba. Entonces llevaban a los difuntos a la Concatedral, pero el duelo y lo despedían aquí en la Ermita”, que según la historia está sobre lo que fue un cementerio que yace bajo la casa alcaldía de Humacao y se extiende poco más allá del edificio de la Defensa Civil.
“Ahora es un recinto de Paz en este mundo tan difícil que estamos viviendo para que la gente venga aquí a dialogar con Jesús. El Santísimo va a estar aquí las 24 horas y va a haber adoración”, expresó según su fe, el obispo.
Por su parte, el Rev. Padre Juan Figueroa Beltrán, Vicario episcopal de Humacao, abundó sobre los usos que se dará a la nueva capilla indicando que “la idea es que podamos hacer esto el centro de adoración perpetua, que era lo que promovía el beato Carlos Manuel. Queremos que aquí el Santísimo esté expuesto 24/7 los 365 días del año. Vamos a empezar a hacer el proyecto para que se pongan ventanas gruesas para poder mantener al Santísimo iluminado de día y de noche”, expresó, añadiendo que también se contempla para el lugar, la celebración de algunas misas, bodas y bautizos.
Para la misa especial y el acto de consagración se cerró la Calle Padre Rivera en la que se levantaron unas carpas desde donde los feligreses pudieron ser testigos. Entre los asistentes estuvo la directora del Departamento de Arte, Cultura y Turismo de Humacao, Flor Santos Miranda y en representación de la familia Roig Guzmán, Roxana Roig. También el diácono José López Alverio coordinador de la Consagración y el diácono Héctor Velázquez Velázquez, quien brindo un resumen de la interesante historia de la Ermita.
RESUMEN DE LA HISTORIA DE LA ERMITA GUZMÁN
La Ermita Guzmán fue un panteón construido en el 1860 en terrenos del entonces cementerio municipal, por la familia de Antonio Guzmán para cuando este fallece. Cuatro años más tarde se construye la capilla y una década después es sepultada en el lugar la viuda de Don Antonio, Doña María Asunción Frías. Sesenta años más tarde, para el 1934. Doña Eulogia Guzmán viuda de Antonio Roig decide reconstruir la Ermita a la edificación que se tiene actualmente.
Para esa época el Padre Juan Rivera Viera párroco de la Parroquia Dulce Nombre de Jesús comienza a celebrar misas allí y se celebraban también exequias de los entierros que se realizaban en ese cementerio. El Municipio le dona los terrenos donde está la Ermita (que significa capilla pequeña) a doña Eulogia, en mayo de 1947, y ella un mes después se la cede y traspasa a la Parroquia Dulce Nombre de Jesús de Humacao.
Con el tiempo la estructura cae en desuso y se deteriora, hasta que se planifica su restauración y consagración para el 2020, lo que se vio interrumpido por la pandemia. Finalmente, el recinto fue restaurado por Las Hijas Católicas, Los Caballeros de Colón, los Ministros Extraordinaris de Sagrada Comunión, entre otros.
Fue consagrado como Oratorio Ermita Guzmán y abierto oficialmente el pasado jueves. Su administración estará bajo el Padre José Colón Otero, nuevo Rector de la Concatedral Dulce Nombre de Jesús y su equipo pastoral.