Joelys Sangiovanni Soto es una joven residente en el pueblo de Humacao quien junto a su familia han vivido momentos intensos y difíciles tras el paso del huracán María al perder su hogar y pertenencias, pero no así la fe en Dios.
Junto a su madre y hermanos, Joelys sufrió y vivió en carne propoa aquel 20 de septiembre de 2017 la destrucción de su humilde hogar en el segundo nivel de la residencia de su abuela. Para protegerse de la furia del Huracán María, Joelys junto a su familia se refugiaron en el primer nivel ya que era inminente el azote del ciclón.
Mientras los vientos y la lluvia del fuerte ciclón desataban su furia en la zona Este, la familia de Joelys vio como su casa se iba destruyendo poco a poco hasta que prácticamente la misma se redujo a escombros. La escena fue fuerte, ya que con muchos sacrificios la mamá de Joelys pudo levantar un hogar para sus hijos y de la noche a la mañana no quedó nada.
En ese momento no había muchas opciones, por lo que durante un tiempo Joelys junto a su madre y hermanos estuvieron pernoctando en la casa de su abuela donde se acomodaron como pudieron en una sola habitación. No tenían muchos recursos para cubrir las necesidades apremiantes del momento ya que Joelys cursaba su primer año en la Universidad de Puerto Rico en Humacao (UPRH) y había perdido su trabajo en Super Benjy’s Cuisine en Naguabo a consecuencia del Huracán.
La adversidad no la derrotó por lo que prefirió continuar con sus sueños a pesar de que se encontraba sin nada. Con Dios por delante y con el apoyo de su familia se levantó, no abandonó sus estudios universitarios y continuó ayudando a su familia.
Todavía al día de hoy duermen en una habitación de un parador junto su familia en Yabucoa, ya que no han podido reconstruir su casa como miles de puertorriqueños. Su estadía en la hospedería está por acabar la próxima semana, ya que la misma es costeada por FEMA y aún no tienen un lugar seguro donde vivir.
Joelys comenzó a trabajar en Super Benjy’s Cuisine como mesera en el establecimiento localizado en el Malecón de Naguabo a sus 16 años, estando aún en escuela superior. Trabajaba y estudiaba haciendo las dos cosas con mucha responsabilidad y compromiso. Se graduó de cuarto año con Altos Honores, y ahorrando poco a poco se costeó sus gastos personales. En su afán de seguir hacia adelante y gracias a su excelente promedio logró entrar a la UPRH, donde prosigue sus estudios en Educación.
Verónica Benítez, propietaria de Super Benjy’s Cuisine, y quien se ha convertido en un ángel para Joelys destacó que nunca la ha escuchado quejarse, ni decir no puedo o me quito a pesar de todo lo que ha perdido. Al contrario, ha continuado con sus estudios aún sin tener las condiciones favorables para hacerlo. Super Benjy’s comenzó sus operaciones desde el pasado mes de noviembre por lo que rápidamente que la llamaron dijo sí. Entró hacer algo nuevo ya que el trabajo que lleva a cabo ahora es diferente al que realizaba en Cuisine, pero se atrevió. Recientemente gracias a su esfuerzo y a Dios pudo comprarse un carro el cual paga con su salario.
No nos cabe la menor duda de que Joelys es un excelente ser humano, hija, nieta, hermana y sobre todo una joven luchadora quien hasta ahora ha logrado todo lo que se ha propuesto por lo que representa la esperanza de que Puerto Rico se puede levantar con jóvenes comprometidos, que no empece a las circunstancias de la vida siempre hay un propósito para echar hacia adelante.
Si desean ayudar a Joelys y a su familia puede llamarnos al Periódico El Oriental al (787) 953-3932.