Por Yeidy Agneris Vega Alicea / yvega@elorientalpr.net
(29 de noviembre de 2018)-Naguabo- Aunque el cuartel de la Policía Municipal de Naguabo ubica en la calle Goyco justo frente a la plaza de recreo y pese a que el cuartel de la Policía Estatal ubica a solo minutos, en la zona urbana de ese pueblo han ocurrido múltiples escalamientos y robos que son preocupantes para ciudadanos y comerciantes.
El más reciente, subió de tono cuando el pasado viernes, individuos armados, en una escena inusual, asaltaron la sucursal de Banco Popular que ubica en la calle Juan R. Garzot, esquina Muñoz Rivera en el mismo centro urbano.
A eso de las 12:45 de la tarde, tres individuos, con armas largas y cortas, vestidos con batas blancas que supuestamente simulaban el hábito que utilizan las monjas, lograron entrar al banco y salir con una cantidad indeterminada de dinero.
El Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) asumió jurisdicción en el caso, y según explicó el lunes a El Oriental, Carlos Osorio, portavoz de la Agencia, de inmediato inició el proceso de investigación, sin embargo, a nuestra conversación no pudo ofrecer información de ningún hallazgo.
“Seguimos la investigación, pero no hay nada nuevo. Siempre hay unas cosas básicas que realizamos cuando hay un robo a un banco. Vamos, entrevistamos, revisamos cámaras. Ahora mismo no tenemos nada nuevo sobre ese caso”, comentó Osorio.
El portavoz del FBI tampoco pudo confirmar si un vehículo que fue encontrado en llamas poco después del, incidente guarda relación con el asalto. El auto se quemó por completo en predios cercanos a una vaquería en el barrio Mariana en ese Pueblo.
Mientras, para comerciantes como Martha Damacela Pérez, propietaria del centro de tutorías Homework Rescue, que ubica a pasos del banco, los incidentes son atemorizantes.
“Yo trabajo con niños todo el tiempo, uno está susceptible, pero no puedo permitir que eso me detenga. Hay que tener cuidado, entre otras medidas, yo prefiero no recibir efectivo, mi puerta siempre está cerrada. Pero siento que estoy a la merced, especialmente porque no hay iluminación”, comentó Damacela Pérez.
Para la educadora, que recientemente abrió su negocio, los incidentes son el resultado de una combinación de falta de policías y de iluminación.
Por su parte, José Díaz, propietario de Farmacias Garmer, también en el centro urbano, coincidió en que hace falta mayor vigilancia preventiva. Precisamente ese comercio fue escalado el año pasado.
“No hay policías municipales ni estatales y aún hay áreas en el pueblo que no tienen alumbrado, calles completamente a oscuras y por el día tampoco se ven rondas de seguridad”, comentó Díaz.
En el pueblo de Naguabo han ocurrido múltiples escalamientos en predios cercanos a la plaza. En febrero pasado, ladrones escalaron en tres ocasiones el templo de la iglesia católica Nuestra Señora del Rosario. También, el 10 de febrero, intrusos lograron un escalamiento en la Casa Alcaldía de donde lograron salir con un televisor. En mayo, cometieron la misma fechoría en tres comercios de la plaza del mercado en ese pueblo.
