Bernier está convencido que el BGF tiene que ser transformado

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Estoy convencido que el Banco Gubernamental de Fomento (BGF), tiene que ser transformado. Esa transformación debe responder a la nueva realidad que confronta el país en lo fiscal y económico y la concibo como un componente importante de la construcción de un nuevo gobierno, eficiente, ágil, inclusivo”. Así se expresó el candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD) David Bernier, con relación a la crítica situación a la que se enfrenta el Banco Gubernamental de Fomento (BGF).

Según reseñado en la prensa hoy, la posible insolvencia del BGF lo obligaría a una sindicatura o un posible cierre. Esto como consecuencia de un posible impago de su deuda el 1 de mayo próximo. La trayectoria del BGF que nos llevó a esta situación crítica merece mencionarse. Al crearse el BGF su función era estrictamente la de agente fiscal y asesor financiero. “Estas funciones se fueron modificando con el tiempo y el BGF se convirtió en la fuente de financiamiento para el Gobierno, los municipios y las corporaciones públicas. Además, se le asignaron otras responsabilidades como fue el manejo del Fondo de Desarrollo Turístico (“TourismDevelopment Fund”) que minaron su solidez financiera”, explicó Bernier.

El BGF llegó a acumular cuentas por cobrar de agencias del gobierno que, actualmente, suman unos $6,500 millones, pero que alcanzaron la cifra de $9,000 millones. Entre estos préstamos se encuentra el desembolsado a la Autoridad de Carreteras y Transportación (ACT) por $2,200 millones en el 2009, préstamo que había sido rechazado por el BGF en el 2008.

 

Bernier fue enfático al señalar que “tenemos que repensar el Gobierno en todas sus dimensiones, incluyendo en lo que concierne al BGF. La reestructuración del Gobierno no puede ser para crear una nueva estructura que repita los errores del pasado. El Banco debe regresar a su misión original y se le debe liberar de todas esas adherencias que se le asignaron a través de los años y que le llevaron a su lastimosa situación actual”.

 

Explicó que el BGF debe ser el agente fiscal del Gobierno con responsabilidad, como la ha tenido por décadas, de velar por los procesos de emisión de deuda tanto del Gobierno y sus corporaciones como de los municipios. Debe, igualmente, desempeñar una función proactiva y con proyección de futuro en la asesoría financiera a las entidades del sector público. “Pero más allá de esas dos funciones, el BGF debe, como parte de su misión, velar por las prácticas fiscales de otras entidades del gobierno, dar la voz de alerta cuando sea necesario y contar con la autoridad para intervenir y paralizar esas prácticas. Será un BGF muy distinto al actual. Volverá a ser la entidad respetada que fue”, añadió el también presidente del PPD.

 

“Sé que no es fácil y que lograr esa transformación en el BGF no se hará de la noche a la mañana, pero tenemos que pensaren el Puerto Rico de mañana y no en como mantenemos inmutables las instituciones que caracterizaron al Puerto Rico de ayer”, acotó Bernier.