Música con amor y libertad en la familia Rivera Ramírez

0
609
Fotos por Yeidy Agneris Vega Alicea / De izquierda a derecha: Miguel José Rivera Ramírez, su hijo Miguel William, Lesbia Ramírez López, José Roberto Rivera Ramírez y José “Tito” Rivera Mercado.

Por Yeidy Agneris Vega Alicea / yvega@elorientalpr.net

(15 de febrero de 2019)-Ella dice que no hay un secreto, pero su esposo y compañero de vida asegura que la clave de sus casi 40 años de matrimonio es el amor y la fe.

Los músicos y educadores, Lesbia Ramírez López y José “Tito” Rivera Mercado, ambos retirados del Departamento de Educación (DE), y conocidos en gran manera por sus años de servicio en la Escuela Especializada Libre de Música en Humacao, ven los resultados de un noviazgo y matrimonio que comenzó a finales de la década de los 70.

Rivera Mercado, también conocido como “Tito Pino”, comenzó desde joven una carrera musical como integrante de la Banda Municipal de Humacao, cuando era dirigida por Germán Peña Plaza.

Por su parte, Ramírez López, aunque cantaba en la iglesia católica La Milagrosa en Hato Tejas, Bayamón, nunca pensó estudiar música formalmente. Sin embargo, el destino se encargó de encaminarla.

Según explicó, en entrevista con El Oriental, al graduarse de escuela superior, su intención era estudiar psicología, pero una amiga le recomendó que acudiera a las audiciones del Conservatorio de Música de Puerto Rico (CMPR), porque estaban buscando voces para el departamento de canto.

“Tito”, contó cómo ocurrió el “flechazo”.

“Yo estaba en el departamento de educación musical y Lesbia en el de canto. Nos conocíamos, éramos compañeros. Ya yo le había echado el ojo”, confesó el trompetista, uno de los hermanos músicos conocidos como “Los Pinos”, todos criados en la avenida Roosevelt en el pueblo de Humacao.

A la anécdota, Ramírez López añadió que, la primera salida de ambos fue al Festival Casals de Puerto Rico, cuando (a ella) le regalaron unos boletos y -sin pensar en la distancia, pues vivía en la zona metropolitana- invitó al humacaeño. A los cinco meses de comenzar su relación decidieron casarse por lo legal y a los 10 meses ya estaban casados por la iglesia y radicados en Humacao.

La música se transmitió de forma natural

En la misma conversación, dos de sus tres hijos, también músicos, José Roberto Rivera Ramírez, bajista, y Miguel José Rivera Ramírez, percusionista, resaltaron otros valores que distinguen a sus padres. Sobre todo, el apoyarlos con libertad.

Ambos, músicos graduados del CMPR y con estudios internacionales (en el caso de Miguel), explicaron que la música siempre estuvo presente en sus vidas, pero, que a pesar de ello, el  convertirse en profesionales en esa industria fue una decisión que sus padres nunca forzaron.

Con el recuerdo de una sala repleta de instrumentos musicales, entre ellos, una batería, un contrabajo, una trompa francesa, trompeta, cuatro, guitarra y piano, los jóvenes que se formaron también en “La Libre” y otras academias privadas agradecieron a sus padres el dejarlos escoger.

“El no obligarnos a nada fue lo que más influyó para ser lo que soy. Cuando me dan algo obligado no lo hago”, comentó José Roberto.

“Es una libertad dentro de unos parámetros. Pero si vas a hacer algo hazlo bien”, añadió  Miguel José.
José Roberto es profesor e integrante de la Camerata Orquesta Filarmónica de Puerto Rico y Miguel José ocupa formalmente una plaza en la Orquesta Sinfónica de Puerto Rico.

Por su parte, el menor de los tres hijos músicos, Roberto José Rivera Ramírez, quien ejecuta la trompa francesa, describió la unión de pareja que existe entre su papá y su mamá.

“Ellos son el ejemplo de respetarse uno al otro. Las decisiones las toman en conjunto, siempre están juntos. Muy rara vez encuentras a uno sin el otro. Ellos juntos son una sola persona”, dijo el trompista, radicado en Canadá.

La pareja cumple su 40 aniversario el próximo mes de julio. En la escuela especializada, Ramírez López impartió clases de piano, canto y coro y “Tito”,  de trompeta y banda.

Miguel WIlliam Rivera Muñoz, de ocho años, único nieto de la pareja, hijo de Miguel José, ya comenzó a tomar sus primeras clases de piano con su abuela. Sin embargo, ella reconoce que sólo continuará enseñándole sólo si así el niño lo desea.

Amor cuatro décadas después 

Lesbia, de 65 años y “Tito” de 68, aseguran que no existe una fórmula correcta para el éxito de las relaciones. No obstante, al mirar al pasado la madre de tres varones admite que dio los pasos correctos.

“Tomé la mejor decisión de mi vida, el haber entrado en el Conservatorio de Música, el conocerlo (a su esposo), tener a nuestros hijos. La música es algo muy bonito, ayuda a las personas, une a las familias”, reflexionó Ramírez López, a la vez que aseguró nunca visualizó a sus hijos como músicos.

Por su parte, el trompetista, que aún practica diariamente, describió lo que considera el pilar de su relación.

“Uno tiene que tener a Dios en la casa. Con Dios la cosa es más fácil. Y el amor, hay que demostrar el amor y saber respetarse el uno al otro”, concluyó.

Trayectoria musical:

El humacaeño “Tito” Rivera Mercado tocó con agrupaciones y artistas como Lalo Rodríguez, Pete “El Conde” Rodríguez, Celia Cruz, Jerry Rivera, el Conjunto Tambó, entre otros. Mientras, Lesbia Ramírez López, partició en distintas óperas, en el Festival Casals de Puerto Rico en el el Coro del Conservatorio de Música.

Actualmente ella dirige el coro de The Palmas Academy (TPA) en Humacao. Su esposo también ofrece “coaching” en el proyecto de banda escolar.

Los dos han sido reconocidos por su trayectoria con un galardón del Centro Cultural Antonia Sáez en Humacao.

Profesora Lesbia Ramírez López y su esposo y profesor, José “Tito” Rivera Mercado.

 

Foto suministrada / Roberto José Rivera Ramírez, menor de los tres hijos. Trompista, radicado en Canadá.