Evita el Musical en la UPRH

El musical contó con un grupo excelente de producción: el sonido, el juego de luces y la sincronización entre las escenas dramatizadas y cantadas enriqueció lo que ya de por sí era un control en escena de los actores y las actrices

0
574
foto suministrada / Elenco Evita Perón, el Musical

Por Dra. Deborah Parrilla, profesora de la Universidad de Puerto Rico en Humacao

La historia de vida y evolución como líder política de Eva Perón, y convertida en musical, se está presentando desde el jueves, 13 de octubre de 2022 en el recién remodelado Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. Inicia con el funeral de Evita, mediante visuales, y así se destaca por qué ha sido un acontecimiento que ha marcado la historia: fue multitudinario y en el transcurso de muchas horas, millones de argentinos y de otros países asistieron para despedirla
y rendirle homenaje.

Un personaje vestido de miliciano (combatiente), y con un gran parecido al Che Guevara, aparece en el escenario para dejarnos saber que la que tantos lloraban tenía sus asuntos escondidos, esto es, hay “otra cara de la moneda”, otra historia oculta detrás de Evita. Este personaje, en la trayectoria del musical, es la antítesis de Evita y es la voz de sus detractores. Es interesante como un personaje provoca reacciones en el público, así que, con algo de molestia, por dar a conocer otros aspectos de la vida de Evita, una dama del público y cercana a mí, en voz baja, decía “ahí viene el “entrometido” ese”. Al final del musical buscaba una foto con el actor y con Evita, desde luego. El miliciano, el Dr. Pablo Alexis Santos, ha enseñado por 9 años como facultad adjunta (por contrato) en el Departamento de Español del recinto humacaeño y este musical se convierte en una contribución más al quehacer cultural y social que le inspira su profesión. Es también Coordinador de Actividades Extracurriculares en UPRH.

El musical contó con un grupo excelente de producción: el sonido, el juego de luces y la sincronización entre las escenas dramatizadas y cantadas enriqueció lo que ya de por sí era un control en escena de los actores y las actrices. Estos, no solo actuaban, sino que bailaban, cantaban y reacomodaban la escena para satisfacer y exceder la expectativas del público que se dio cita, el pasado viernes, en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico en Humacao y menciono de manera especial la presencia de muchos estudiantes de varias escuelas locales como la escuela Abelardo Díaz Morales de Caguas que son parte de la comunidad a la que sirve la universidad.

La ambientación es otro de los detalles que captura la atención cuando abre el telón, pues recrea la Casa Rosa en Argentina y el icónico balcón desde donde Evita se dirigía a las masas, esto ocurre en el segundo acto. Una pantalla de proyección al fondo del escenario servía para presentar visuales (videos) originales sobre Evita, que evocaban sus viajes a Francia, Italia y España, resumiendo la gesta de esta admirada mujer.

La figura de Evita, su voz y su actuación capturan al espectador aun cuando el personaje está dentro de un féretro, escena que se extiende por varios minutos ante el público. En la primera parte del musical, el personaje, melodiosamente, deja saber sus aspiraciones y su determinación de algún día ser la líder de su pueblo y primera dama de la nación Argentina. En el musical, la actriz Marinés López que personifica a la joven Eva María Duarte, proveniente de una familia de bajos recursos económicos que va buscando acomodarse en la sociedad, como actriz, buscando amistad íntima con tangueros (cantantes de
tango) famosos y con todo aquel que ejerciera alguna influencia que la acercara a su meta. Es en ese recorrer que conoce al Coronel Juan Domingo Perón, cuyo personaje de voz aguda y vibrante, está representado magistralmente por Salvador Méndez.

Desde este momento en adelante, el musical toma un giro alegre, de mucha energía escénica y donde las coreografías, los vestuarios coloridos, en armonía con la época (1945-1950) junto con las canciones, van refrescando al público, al punto de hacerlos partícipes, cuando los actores van marcando pasos con aplausos sincronizados. Se observaba a los jóvenes de las escuelas invitadas su alegría y satisfacción. Nos deja el musical, en un momento de éxtasis, cuando sube al balcón de la Casa Rosada, Evita, con un atuendo blanco, para imponerse en escena con la canción No llores por mí Argentina. El cuerpo de baile eran los admiradores de Evita, la acompañaron con coreografías bien diseñadas. Aparecían en marchas multitudinarias para celebrar eventos de recaudación de fondos para la entrega de regalos a niños y niñas argentinos, en la inauguración de la Fundación Eva Perón, con la cual se pretendía visibilizar la situación de los sectores más vulnerables de Argentina, a quienes llamaban “ los descamisados”.

En esta parte del musical se integran al cuerpo de baile, jóvenes de edades entre 12 y 15 años, representando otra población que recibía los beneficios de la Fundación y exponiendo al público el alcance de la gesta y visión de Evita. El miliciano siempre aparecía cuestionando la censura de la prensa y la persecución a los opositores por el gobierno de Perón,
al punto de ser expulsado de escena para evitar manchar el nombre de la líder argentina.

La obra musical va culminando con las señales del deterioro de salud de Evita, y va mostrando el cansancio que iba provocando un cáncer uterino que se apodera de su cuerpo. Se incluyen líricas bien seleccionadas e interpretadas que exponen el dolor, la angustia y la frustración de tener que dar por inconclusa su gesta, pero con un deseo de seguir el movimiento. Se levantaba y se caía, se volvía a levantar y volvía a caer en escena. Perón y su cuidadora, la enfermera María
Eugenia, interpretado por Lisa Marrero permanecían todo el tiempo a su lado dándole apoyo aun conociendo el desenlace inminente.

Se retoma en escena, el funeral y entierro, para concluir este musical con una luz que va menguando lentamente hasta oscurecer por completo el escenario.

Un grupo de camisas negras, Maranatha, junto al director Reinaldo Flecha fueron los responsables de que este musical estuviera a la altura de muchos otros que se producen en Puerto Rico. La donación de tiempo y esfuerzo, recurso humano que es parte de ese compromiso con el quehacer cultural y social de nuestro recinto y la región este. Ellos hacen la diferencia y se preparan para recibir esta semana más público en varias funciones:
jueves, 20 de octubre a las 10:30 am
viernes, 21 de octubre a las 12 del mediodía
sábado, 22 de octubre a la 7:30 pm
domingo, 23 de octubre a las 3:00 pm