Alto nivel de pobreza de menores en región oriental según el Instituto del Desarrollo de la Juventud

Mientras hay municipios que se mantienen en alrededor del 40 por ciento, como Gurabo Juncos y Las Piedras, otros, como Yabucoa, Naguabo y Maunabo, llegan al 65 por ciento o más.

0
434

La pobreza infantil que azota la isla también afecta a la región oriental de Puerto Rico,
a la luz de un estudio del Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) que mostró cómo
en algunos municipios de la zona este se llega a casi el 70 por ciento en este ítem.
La investigación dio cuenta que la pobreza infantil exhibe niveles altos en Maunabo (69
por ciento, Naguabo (67) y Yabucoa (65).
Mientras, hay otros ayuntamientos en que se mantiene por debajo del 50 por ciento.
Son los casos de Gurabo (41), Juncos (44) y Las Piedras (49).
En tanto, en San Lorenzo la pobreza infantil llega al 51 por ciento y, en Humacao, a 57
por ciento.
Hay otros municipios del este de Puerto Rico que encabeza la lista a nivel isla:
Vieques, con el 88 por ciento, lo que lo coloca en una situación grave en términos de la
pobreza infantil. Le siguen Adjuntas (80), Comerío (75), Guánica (75) y Mayagüez (73).
El IDJ informó que, en términos generales, sobre 72,000 familias trabajadoras con
menores en Puerto Rico viven bajo pobreza.
Ante esto, la entidad hizo llamado a priorizar políticas públicas enfocadas en apoyar a
las familias trabajadoras con ingresos bajos.
La agrupación indicó que, a pesar de ciertos avances, las familias siguen enfrentando
barreras que impiden que logren su la movilidad económica.
El estudio concluye que, en Puerto Rico, la mediana de ingresos de las familias con
menores es de $26,360, casi $40,000, menos que la mediana correspondiente en
Nuevo México, la jurisdicción con el ingreso familiar más bajo en Estados Unidos.
Esta disparidad salarial contribuye a que 72,236 (36%) familias con menores en Puerto
Rico vivan en pobreza a pesar de estar empleadas, enfrentando barreras que limitan su
desarrollo económico.
Además, esta realidad resalta la necesidad urgente de impulsar medidas que conecten
a las personas con buenos empleos.
“Demasiadas familias están luchando por llegar a fin de mes. Estos datos demuestran
la necesidad de colocar a las familias en el centro de nuestras decisiones de política
pública. Hacer avanzar a las familias y a sus hijos debe ser el objetivo con el que
midamos el progreso”, expresó María Enchautegui Román, directora de Investigación y
Conocimiento del IDJ.
De acuerdo con Enchautegui Román, las brechas económicas se hacen más evidentes
cuando se analiza la situación de las familias monoparentales: según datos de la
Oficina del Censo de Estados Unidos, en Puerto Rico el 72% de los menores que viven

en hogares encabezados por mujeres se encuentra bajo el nivel de pobreza a pesar de
estar empleadas.
En estos hogares, la mediana de ingresos anuales es de apenas $14,495, reflejando
los profundos retos económicos que enfrentan muchas madres jefas de familia en la
isla.
“En Puerto Rico, miles de jefas y jefes de familia se levantan cada día a trabajar para
sostener a los suyos, y aun así viven en condiciones de pobreza. La evidencia es clara:
aquí la gente trabaja, y quienes no lo hacen quieren hacerlo, pero suelen enfrentar
barreras reales, no falta de voluntad”, señaló Sarah Vázquez Pérez, directora ejecutiva
interina del IDJ.
Vázquez Pérez añadió que “no podemos seguir normalizando la precariedad en las
familias. Estamos a tiempo de impulsar políticas públicas y cambios estructurales que
promuevan la movilidad económica y las respalden. Es momento de demostrar que un
zip code no debe determinar las oportunidades a las que tienen acceso”.
Entre los datos relevantes del documento, se incluyen que el 45% (226,000) de los
menores de 0 a 17 años viven en hogares donde sus madres o padres carecen de un
empleo seguro.
Esta misma proporción se observa en el indicador de niños y niñas en familias
trabajadoras de bajos ingresos.
En comparación con 2013, este último indicador aumentó en seis puntos porcentuales
(de 39% a 45%), reflejando un deterioro en la estabilidad económica de muchas
familias trabajadoras.
En contraste, el porcentaje de menores con madres o padres sin empleo seguro bajó
de 55% en 2013 a 45% en 2023, una reducción de diez puntos porcentuales que,
aunque positiva, no ha sido suficiente para revertir las condiciones estructurales de
pobreza.
A su vez, el 59% de los hogares reportó que los alimentos no duraron lo suficiente y no
hubo dinero para reponerlos.
Además, el 59% de los hogares que reciben Programa de Asistencia Nutricional (PAN)
tienen al menos una persona empleada y su ingreso anual mediano es de $14,202. El
19% de los hogares bajo el umbral de pobreza no reciben PAN.
“Una década de diferencia muestra cómo las familias con menores se están
incorporando a la fuerza laboral, más estos empleos no son suficientes para mejorar la
realidad económica de las familias. Por tanto, vemos un incremento en menores que viven en familias que están trabajando y aun así devengan ingresos bajos”, señaló
Vallerie Blakely Vallecillo, analista de Investigación del IDJ.
Estas condiciones también se reflejan en la calificación general del Índice de Bienestar
de la Niñez y Juventud, que se mantiene en D, ubicando a la isla en la posición número
20 cuando se compara con los 50 estados y el Distrito de Columbia.
Ante esta realidad, el IDJ estableció una “Ruta hacia buenos empleos”, un documento
que reúne 16 recomendaciones de política pública orientadas a promover la movilidad
económica de las familias con menores en Puerto Rico.
Esta agenda propone una estrategia estructurada en cuatro pilares: crear empleos de
calidad, particularmente en sectores con potencial de crecimiento; capacitar a la fuerza
laboral, mediante programas de desarrollo de destrezas alineados a las necesidades
del mercado; eliminar barreras al empleo, como el acceso limitado a cuido infantil o
transporte; y garantizar que el trabajo pague, fortaleciendo los ingresos mediante
créditos contributivos complementarios y salarios adecuados.
El Índice de Bienestar de la Niñez y la Juventud es una herramienta desarrollada y
publicada por el IDJ por los pasados 12 años, con el propósito de brindar una
radiografía del estado en el que vive la niñez y juventud de 0 a 17 años en Puerto Rico.