El hombre del Siglo 21 

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Dr. Edwin López, PhD, psicólogo Centro Psicológico ILO

Por Dr. Edwin López, PhD, psicólogo

Centro Psicológico ILO                 

En una sociedad altamente tecnológica, donde las redes sociales marcan unos nuevos paradigmas de comportamientos, actitudes, líneas de pensamientos y visión de un mundo globalizado, han cambiado los roles sociales de los hombres y mujeres.  En occidente, el rol del hombre en la sociedad ha sido desplazado a un segundo plano, no solo por los cambios sociales que se han dado en las últimas décadas, sino que el hombre ha optado por tener un rol pasivo frente a los problemas sociales.  Esto ha llevado, a que la mayor carga de lo social lo promuevan las mujeres, lo que ha traído como consecuencia un desequilibrio social donde el hedonismo y la complacencia impera en nuestra sociedad.  Trayendo como consecuencia la proliferación de los vicios como; las drogas, el alcohol, el sexo, la pornografía, el internet y redes sociales que a su vez traen otros problemas como la depresión, ansiedad, criminalidad, embarazos no deseados, entre otros.

  Históricamente el rol social del hombre fue uno de jefe de familia, proveedor y de protector tanto de la familia como de la sociedad.  Actualmente, en muchos países de la sociedad occidental el rol del hombre es uno más económico que de jefe de familia y protector de ella.   Ya que el aumento de los casos de divorcios y él desinterés de los jóvenes por no casarse, ha impulsado el número de mujeres jefas de familia poniendo en las manos de la mujer el rol de educar, mantener y proteger a los niños.  Mientras el rol de los hombres queda relegado a pasar una pensión y visitar a sus hijos algunos fines semanas, esto en caso de que los hijos tengan la suerte de tener un padre responsable y comprometido con la crianza de sus hijos. 

Por otra parte, otra de las variables que ha afectado el rol social en el hombre son las ideas de pensamiento feminista radical, donde algunas mujeres practican el ver a los hombres como personajes antagónicos a ella.  Además, de utilizar como chivo expiatorio conceptos como el del patriarcado que demonizan al hombre y que todo punto de vista, ideas y propuesta que haga algún varón, por más razonable y objetivo que sea, van dirigidas a mancillar la libertad de las mujeres y otras poblaciones.

Por último, la proliferación de las redes sociales, donde nos han ido adoctrinando con el relativismo cultural, que dice que todas las ideas son verdad y deben ser respetadas, además indica que la verdad y la realidad son relativas.  Estos preceptos relativistas han llevado a las sociedades occidentales a convertirse en una sociedad líquida, como dijo el sociólogo polaco Zygmunt Bauman.  Una sociedad líquida es aquella que no tiene credibilidad, ni principios o valores que la sostengan.  En otras palabras, son una sociedad amorfa como el agua que asume la posición del envase que la sostenga en un determinado momento.

 Es importancia que los hombres en el siglo 21 tengan un rol más activo en nuestra sociedad, ya que si no verán como su sociedad se va deconstruyendo en sus propios ojos.  Por tanto, si deseamos vivir en una sociedad equilibrada y armoniosa, debemos estar dispuestos a comprometernos y asumir la responsabilidad de ayudar a reconstruir nuestra sociedad. Pero para reconstruir nuestra sociedad, tenemos que comenzar por cambiar nuestras vidas; como dijo alguna vez Mohamed Gandhi, si deseamos cambiar el mundo comencemos por cambiar nosotros mismos.  

Por tal razón, estas últimas palabras son para los hombres.  El mundo necesita de hombres que asuman responsabilidades y se comprometan con un mundo mejor.   Entendemos que la vida está llena de frustraciones y experiencias que nos marcan nuestras vidas.  Que a veces esas frustraciones y traumas nos hacen refugiarnos en actitudes negativas, distracciones innecesarias, tengamos aflicciones como la depresión, ansiedad, el sobre pensamientos, o evitemos nuestras responsabilidades por miedo al fracaso y nos sumerjamos en vicios como las drogas, el alcohol, pornografía, las redes sociales entre otras; haciéndoles sentir que están solos.

Pero la realidad es que no están solos, ya que la psicología es unas ciencias que estudia las aflicciones humanas con el propósito de brindar estrategias efectivas a través de la psicoterapia que ayuden a las personas a lidiar las situaciones de vida que los rodea.