El sistema de Hospitales HIMA-San Pablo despidió la semana pasada a unos 300 empleados de sus instalaciones de Humacao, Caguas y Bayamón, y a los pocos días anunciaron la venta de su hospital de Fajardo, en una acción que la alta gerencia describió como “medidas estratégicas para navegar el desafiante panorama económico y asegurar un futuro sostenible para la organización¨.
De acuerdo con un comunicado enviado a los medios el día de los despidos, “la recesión económica y cambios en la industria de la salud han impactado la industria hospitalaria. Los despidos fueron un último recurso tras evaluar la situación que no se tomó a la ligera, pero es esencial para continuar brindando atención de alta calidad a nuestros pacientes, mientras nos adaptamos al cambiante panorama de la industria de la salud”, se lee en la comunicación firmada por el presidente y CEO del Grupo HIMA-San Pablo, Armando Rodríguez.
Luego de este anuncio salió a relucir en un reportaje hecho por El Vocero el pasado sábado lo de la venta del Hospital-HIMA de Fajardo, en negociación con el Hospital Caribbean Medical Center. Lo que se une a los esfuerzos que viene realizando el Grupo HIMA-San Pablo para mantenerse operando en Puerto Rico desde hace ya varios años.
Cabe recordar que esta no es la primera ronda de despidos del conglomerado de hospitales, que en abril del 2020 anunció la cesantía de 2,000 empleados de sus entonces cinco instituciones, reduciendo su plantilla laboral de 4,900 personas en un 42 por ciento. En ese momento, los despidos se atribuyeron a problemas económicos provocados por la negativa de la Junta de Control Fiscal de avalar la Resolución Conjunta 507, que proponía un paquete de alivio económico de emergencia para los hospitales en medio de la pandemia. Dos años más tarde, en agosto del 2022, venden su primer hospital, el de Cupey, al sistema de Salud Episcopal San Lucas.
El mes pasado el Hospital HIMA San Pablo, en Bayamón, anunció el cierre temporero de su sala de parto y servicios de obstetricia, además de sus unidades de cuidado intensivo neonatal y pediátrico. Asimismo, en septiembre del año pasado el hospital de Fajardo también cerró su sala de partos e intensivo neonatal. Siendo la explicación para ambos cierres la falta de ginecólogos obstetras que pudieran atender este servicio de forma ininterrumpida los siete días de la semana.
A finales de marzo, el principal oficial médico de Triple S, José Novoa anunció que la aseguradora no renovaría su contrato con HIMA San Pablo y el mismo expiró en su línea comercial, el pasado 31 de mayo.
Recientemente, el CEO del Grupo HIMA-San Pablo había reconoció a EL VOCERO que la situación económica del Grupo HIMA estaba en estado de cuidado “a causa de la reducción de aproximadamente 25% de sus pacientes y las deudas millonarias de algunas aseguradoras, por lo que no descartó acogerse bajo la protección del Capítulo 11 de reestructuración o la posible venta de los activos para darle continuidad a la operación”.
Trascendió en ese reportaje que la deuda acumulada por la institución hospitalaria ascendía a $200 millones por lo que en los pasados meses había reducido servicios, cerrado clínicas y ahora disminuye su plantilla de empleados. Entre los trabajadores afectados hay enfermeros, auxiliares y profesionales de salud de sala de emergencias y trabajadores de planta física.
A mayo de este año, el Grupo HIMA contaba con 800 médicos activos que ofrecían servicios a diario, figurando aún entre los primeros cinco empleadores privados del País, con unos 1,000 trabajadores hasta la pasada semana. Con las cesantías, esta plantilla de empleados se reduce en casi una tercera parte.
HIMA (Hospital Interamericano de Medicina Avanzada) abrió su primer hospital en el 1988 en Caguas, en un edificio de nueva construcción. Años más tarde adquieren sus hospitales de Humacao, Bayamón, Fajardo y Cupey.