Corazones Grandes ofreció respiro a cuidadores desde Juncos

Ofrecieron un evento para el disfrute de quienes han tenido que dejar de vivir sus vidas para cuidar a un familiar enfermo

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Miembros de la familia Hernández-Tolentino que integran el grupo de Corazones Grandes

La organización de base familiar Corazones Grandes de Juncos, obsequió una mañana divertida y relajante a un nutrido grupo de cuidadores de familiares en una actividad celebrada el pasado domingo a la que llamaron “Honrando la Labor de los Cuidadores”.

            El evento, primero en su clase, nació de la identificación por parte de la familia Hernández-Tolentino fundadora de Corazones Grandes, de la imperante necesidad que tienen los cuidadores de cuidarse a ellos mismos, de conectar con otros en iguales circunstancias y recursos de apoyo, de ventilar sus necesidades y de distraerse. Así lo dio a conocer la psicóloga Roxany Rivera Hernández, presidenta del grupo y gestora junto con el resto de su familia de la actividad. La misma se llevó a cabo en el centro de airbnb Campo Escondido en Juncos, que es presidido por su hermana la Ing. Lorena Rivera Hernández.

            Es que la familia se reúne allí todos los domingos desde el 2014 y se dedican a identificar personas en situaciones de vulnerabilidad y como pueden ayudarles. En esa búsqueda identificaron la gran necesidad de apoyo que están teniendo los cuidadores, sector de la sociedad casi olvidado, que va en crecimiento a la par con el envejecimiento de la población.

            “Esta es la primera vez, que hacemos una actividad específicamente para cuidadores, para la cual incluso nos reunimos antes con personal AARP (Asociación Americana de Personas Retiradas) del capítulo de Puerto Rico, e hicimos un perfil de las necesidades de los cuidadores en la isla para poder entonces incluir en esta actividad que tiene como base el autocuidado”, expresó la presidenta del grupo. Añadió que en el pasadía que se ofreció completamente gratis, tenían personas que cuidan a uno o ambos padres, a un hijo con alguna discapacidad o enfermedad y sus esposos, entre otros familiares cercanos.  Así como algunos cuidadores de hogares de cuido prolongado.

            “Al hacer la convocatoria, añadió, muchos nos decían que para venir tenían que pagarle a alguien privado para que viniera a cuidar a su enfermo, porque no tenían entre sus familiares a alguien que pudiera sustituirlos sin pagar. Eso es uno de los problemas que tienen estas personas hoy día, que ante familias de núcleos más pequeños no tienen espacios para descansos y esparcimiento, lo que es necesario para evitar quemarse (el conocido burnout)”, puntualizó la líder del grupo señalando que cada vez se ven más personas jóvenes en etapas aun productivas y con crianza de hijos, que tienen que abandonar sus trabajos para dedicarse a cuidar a un familiar que entra en situación de vulnerabilidad, como pueden ser sus padres mayores.

            El evento que esperan repetir, lo promovieron a través de redes sociales y tuvo gran acogida. Incluyó toda una mañana de charlas y dinámicas a través de las cuales orientaron a los cuidadores sobre cómo cuidarse y se les brindó la oportunidad de ventilar sobre sus situaciones, preocupaciones y necesidades. También se promovió el establecimiento de relaciones de apoyo entre los asistentes y también con otros recursos que pueden ayudarles. Incluyó desayuno (auspiciado por el Municipio de Las Piedras), merienda, regalitos, y hasta un grupo de mariachis obsequiado por el municipio de Juncos, para cerrar con broche de oro.

            “Honrando la Labor de los Cuidadores” superó las expectativas de la familia Hernàndez-Toledo, fundadora de Corazones Grandes y cuyos orígenes son del residencial Narciso Varona. Allí estuvieron todos, encabezados por la matriarca Dionisia Tolentino y sus hijas Ana Luz, Abigail, Rosa y Reina, todas profesionales que igual encaminaron a sus hijos en estudios y en la sensibilidad social.