El combatir la criminalidad debe ser prioridad para el nuevo gobierno

El director del Departamento de Noticias, Stephen Álvarez, escribe sobre el asesinato de tres policías el pasado lunes en Carolina

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El Oriental

La muerte de un policía suele ser dolorosa para sus compañeros y familiares, pero la muerte de tres, en un mismo incidente de violencia, es una noticia devastadora para todo el país.

En un hecho sin precedentes, el pasado lunes, 11 de enero, apenas comenzando el 2021, un pistolero le arrebató las vidas del agente estatal, Luis A. Marrero Díaz y los policías municipales de Carolina, Luis Salamán Conde y Eliezer Hernández Cartagena, en hechos que comenzaron en la Avenida Roberto Clemente y se extendieron por la 65 de Infantería y la Baldorioty.

Cuando todos esperábamos comenzar un año nuevo con mucha esperanza de cambio, luego del difícil año 2020, tal parece que las personas que han decidido vivir al margen de la ley no darán tregua y estarán dispuestas a lo que sea para lograr sus objetivos.

Es necesario hacer un llamado a la reflexión, pero sobre todo a la calma, para sobrellevar estos asuntos. Desde hace algún tiempo se ha ido perdiendo la capacidad de ser tolerantes y respetuosos con nuestros semejantes. La atención al problema de la criminalidad debe ser prioridad para el gobierno que comienza, pero no debe ser atendido con meras conferencias, cumbres o reuniones, que al final no resuelven nada.

La Policía de Puerto Rico ha estado pasando por momentos difíciles durante los últimos años, al extremo de que se ha dificultado el reclutamiento de nuevos miembros. Entre sus alegaciones están, la reposición de un retiro digno, un seguro que los cubra a ellos y sus familias en caso de incapacidad o muerte y el pago inmediato de las horas extras trabajadas.

La Policía de Puerto Rico es nuestro cuerpo de seguridad desde 1899. Debemos como pueblo apoyarlos y motivarlos para que ejerzan su función de proteger la vida y la propiedad de todos los puertorriqueños. Criticarlos, desde afuera, es fácil. Lo difícil es ponerse un uniforme y salir de su hogar sin la certeza de que regresarán.

En  el Periódico El Oriental, enviamos un abrazo solidario a todos los miembros de la Uniformada, así como a los integrantes de la Policía Municipal de Carolina. De igual forma, expresamos nuestras condolencias a los familiares del agente Marrero Díaz y de los guardias municipales, Salamán Conde y Hernández Cartagena.

Esperamos que ningún otro agente del orden público pierda la vida en el ejercicio de sus funciones durante el nuevo año.