Eugenio María de Hostos visto por tres humacaeños

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Por Félix Báez Neris / Docente Jubilado de la UPR

Por Félix Báez Neris / Docente Jubilado de la UPRH

El 11 de enero se conmemora el 183 aniversario del natalicio de Eugenio María de Hostos.  Fue educador, sociólogo y escritor reconocido como uno de los 50 pensadores más importantes en la historia de la educación a nivel mundial. Fue el escritor más inclusivo en Hispanoamérica en el siglo XIX y un modernizador político, social y económico.

Comparto las miradas que hicieron tres humacaeños sobre Hostos. El Dr. Ángel Luis Ortiz García coloca a Hostos en un alto sitial junto a grandes educadores. Así lo expresa “Por lo tanto Freire acuña un tercer tipo: la praxis que es la unión de la conceptualización con la acción. Eugenio María de Hostos, John Dewey y Ralph Tyler tienen los méritos, prestigio y haberes para ser considerados tres dignos representantes de este último estado”.

El Dr. Miguel A. Beltrán nos dice sobre Hostos, “Soñador incansable, sembrador del presente, reformador de conciencias que en las Antillas,  como Maestro,  su alma pasó a ser templo de razón y verdad. La libertad y el bien para su Patria y Las Antillas penetró en la sensibilidad moral y la escuela pasó a ser la eterna redención. Más allá de la razón está la justicia, objeto de su conciencia y de su moral social.

Sin embargo,  Hostos favorecía el desarrollo intelectual de la juventud, formando hombres que fueran la esperanza de la Patria.
Hoy, con dolor podemos señalar que Eugenio María de Hostos no fue sólo el sabio Maestro, fundador de la enseñanza nacional de Santo Domingo, sino, formó la conciencia por excelencia de muchos dominicanos ilustres, conocido como: El Ciudadano de América”.

El filósofo Águedo Mojica Marrero aquilata el pensamiento hostosiano en un discurso pronunciado en la Cámara de Representantes el 12 de enero de 1959. Nos invita a revisitar sus obras para comprender mejor la magnitud de su pensamiento.  

Eleva la figura de Hostos equiparándolas con los héroes simbólicos de Ulises y Eneas. Ubica con justeza a Hostos dentro del positivismo. Señala que por encima de este pensamiento filosófico está su “insistencia en la santidad absolutamente inviolable del ser humano”.  Afirma que los individuos deben estar regidos por la razón.

“La razón conduce a la justicia y sólo en la vigencia de la justicia es que puede arraigar la libertad”.

Resalta que la vocación pedagógica de Hostos está dirigida a “levantar pueblos, y por ello sus enseñanzas eran para las enormes masas de seres de pureza y la sustancialidad”.

Por otro lado, ausculta los ensayos de política del maestro para apuntar la noción del deber cívico como una noción constitucional.  De igual manera destaca el destino global y la visión unitaria que tiene América. Puntualiza que el maestro fue claro en su posición de rechazo de la anexión de Puerto Rico, tanto a España como a los Estados Unidos.
Concluye afirmando sobre Hostos lo siguiente; “Su obra y su figura están vivas allí donde jamás podrá gastarlas el gusano ni destruirlas el olvido: en la conciencia y en el corazón agradecido del pueblo de Puerto Rico”.

Los actos conmemorativos del natalicio de Hostos lo pueden acceder en el siguiente enlace Facebook.com/hostos 180.